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SIN INQUIETUD

Decía el maestro nazareno aquello de:

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¿Y por qué os inquietáis por el vestido? Mirad los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer. Yo os aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos.
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Es harto difícil, pero, ¿no debiéramos ser como este lirio, como la naturaleza, que de nada se preocupan y nada les falta, ni nada les sobra?....

Excesivas preocupaciones cargamos sobre nuestros hombros, y en momentos de lucidez me digo: ¿es necesario tanto afán?........

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